'Conciliar vida familiar' y trabajo y 'Las teorías de un Nobel'


Aníbal Cuevas
La felicidad de andar por casa
www.seraudaces.es
Conciliar vida familiar y trabajo

La conciliación de la vida familiar es un tema de actualidad. Efectivamente parece necesario que los padres dediquen más tiempo a sus hijos, y lo deben dedicar como un tiempo de convivencia, de educación, de disfrute. Los padres debemos aprender a disfrutar de lo cotidiano de la familia, vibrar con los detalles, ilusionarnos con la tarea de educadores, aprender a querer y a exigir.

Soy de los que piensan que el problema de la conciliación no está principalmente en los horarios sino en las prioridades que se tengan en la cabeza. Es tan cierto que existen jornada laborales muy largas como que hay muchos padres y madres que pudiendo estar más tiempo con su cónyuge y sus hijos, lo dedican a trabajar más y a la vida social. Cualquier cosa con tal de no estar en casa.

Una jornada laboral de ocho horas permite que haya tiempo para estar en familia. Sólo es una cuestión de organización y de aprovechamiento del tiempo. Por eso considero que la idea aprobada por el Consejo Escolar de solicitar la jornada de treinta y cinco horas semanales para estar más tiempo en familia no deja de ser una propuesta demagógica. Independientemente de valoraciones económicas o empresariales, trabajar menos horas no supone estar más con la familia.

Conciliar vida familiar y laboral es más una cuestión de actitudes y prioridades que de trabajar menos.

Más familia, mejor sociedad

"El futuro depende, en gran parte, de la familia,
lleva consigo el porvenir mismo de la sociedad;
su papel especialísimo es el de contribuir
eficazmente a un futuro de paz"

Juan Pablo II

Las teorías de un Nobel

Gary Becker es un conocido economista que obtuvo el premio Nobel de su especialidad. Se ha hecho famoso por su defensa del aumento de la natalidad no sólo para garantizar el sistema de pensiones sino incluso el desarrollo tecnológico.

Su fórmula consiste en afirmar que en las sociedades donde hay familias y niños es en las que más visión de futuro hay. Los padres luchan por dejar un mundo mejor a sus hijos. Esto conlleva una mayor inversión y un incremento del ahorro, un mayor dinamismo económico y una visión más optimista del futuro que invita al desarrollo tecnológico.

Indudablemente esto es más difícil que se produzca en sociedades de individuos desvinculados en las que se vive el presente y preocupa poco el futuro.