¿Cuánto ganas por hora?

- Papi, ¿cuánto ganas por hora? - Con voz tímida y ojos de admiración, un pequeño recibía a su padre al término de su trabajo. El padre, dirigió un gesto severo al niño y repuso:
- ¡Mirá hijo, esos informes, ni tu madre los conoce, no me molestes que estoy cansado!
- Pero papi, te pido por favor, ¿cuánto ganas por hora?
Ya el padre reaccionando menos severamente simplemente le contestó:
- Diez pesos la hora.
- Papi, ¿me podrías prestar cinco pesos?
El padre montando en cólera y tratando con brusquedad al pequeño le dijo:
- ¡Así que esa era la razón de saber lo que gano! ¡Vete a dormir y no molestes, muchacho aprovechado!
Había caído la noche. El padre, meditando lo sucedido se sintió culpable, y se dijo a sí mismo "a lo mejor quería comprarse algo".
Entonces queriendo descargar su conciencia dolida se asomó al cuarto de su hijo y le preguntó:
- ¿Duermes hijo?
- No -contestó entre sueños-
- Aquí te traigo el dinero que me pediste - le dijo el padre.
- ¡Gracias papi!
El niño tomó el dinero y metiendo su manito bajo la almohada sacó otros billetes y le dijo al padre:
- Ahora completé los diez pesos.- ¿Papi, me podrías vender una hora de tu tiempo?

"Tener hijos no lo convierte a uno en padre,
del mismo modo en que tener un piano no lo vuelve pianista." (Michael Levine)