Los adolescentes y la TV


Relación de la adolescentes con la TV: ¿qué papel juega en sus vidas?

Es evidente que la TV juega un papel fundamental en la socialización, tanto en la adquisición de información como en la adopción de modelos de comportamiento. De este modo, no resulta extraño que los chicos de hoy conozcan más de Geografía e Historia americanas que de su país de origen.

¿Cómo se relacionan los adolescentes con la televisión?

Se pensaba que obteniendo datos del consumo televisivo, del tiempo de exposición a la pantalla (es significativa la palabra exposición, porque se compara ver TV con exponerse a los efectos del sol, por ejemplo), era suficiente.

Después se vio la necesidad de dirigirse hacia el concepto de uso, que denota una actitud más activa y personal. Sin embargo, seguían pendientes las interrogantes arriba mencionadas. O estas otras: )qué placer encuentran las audiencias en general, y los jóvenes en particular, en el uso de la televisión?, o )qué influencia ejerce sobre sus vidas?

Lo que conduce a reflexionar sobre la relación entre ésta y los adolescentes sin prejuicios. Donde cualquier dato, cuantitativo o cualitativo, es importante. Ver TV es la actividad más frecuente, después de dormir y permanecer en el centro escolar, de los adolescentes.

El volumen de uso de medios de comunicación entre los jóvenes ha aumentado fuertemente. No es comparable la cantidad de consumo televisivo del adolescente actual con el de hace sólo una década.

Entre otras cosas porque tampoco lo es la oferta televisiva, infinitamente más alta.. En ellos se observa que son los adolescentes de las ciudades y de las clases bajas los que por término medio pasan más tiempo ante el televisor. No cabe duda de que el tiempo de dedicación es importante, pese a que con la edad, disminuye algo, especialmente a partir de los 16/17 años.

De cualquier modo, parece que la cantidad de tiempo supera los 200 minutos diarios, en torno a las tres horas y media. Tendencias que se pueden tomar en un sentido orientativo, teniendo siempre presente que describir o constatar algo no es explicarlo.

El rendimiento escolar, las buenas relaciones familiares o el status socioeconómico parecen favorecer una disminución de la actividad de ver televisión.

Otro aspecto que puede preocupar es el de la influencia sobre la creatividad y la imaginación. Cuando se ve TV se retienen sobre todo los gestos, las acciones, los movimientos, mientras que después de escuchar se retiene sobre todo el diálogo.

Son esferas distintas. Y los niños y jóvenes han dado muestras de gran creatividad usando el material que los media le proporcionan. Pues ofrecen un material amplio para la experimentación, con identidades sociales alternativas. Por lo que no deben ser vistos sólo como modos de fantasía y evasión.

En resumen, se puede decir que a consecuencia de la gran demanda y la gran tensión, tanto cognitiva como emocionalmente, que padecen los adolescentes, la TV y los medios en general son un recurso de gran importancia para encauzar esas exigencias.


¿La TV favorece la obesidad infantil?
Los anuncios de TV dirigidos a los niños fomentan el consumo de alimentos que propician la obesidad infantil, según un estudio reciente...

¿Anuncios de TV, entre las causas de obesidad infantil?

Una investigación de campo ha comprobado que los anuncios de TV emitidos en horario infantil están copados por alimentos cuyo consumo frecuente es calificado como inadecuado y poco saludable por dietistas y nutricionistas e incluso por la vigente Estrategia NAOS (Nutrición, Actividad Física, Prevención de la Obesidad y Salud) impulsada desde hace varios meses por el Ministerio de Sanidad y Consumo. Y esto ocurre en un país en el que la obesidad infantil es un auténtico problema de salud pública (la tasa española de sobrepeso en niños, el 16%, es de las mayores de la UE) y en un país cuyos niños y jóvenes figuran entre los que más tiempo pasan cada día frente a la tele.

El 44% de los alimentos anunciados son chocolates, bollería, snacks, dulces, precocinados, refrescos, embutidos, salsas…, que no pueden formar parte de una dieta saludable. Sólo el 2% son idóneos para la dieta infantil (verduras, frutas, pescados…).

Durante dos semanas (del 21 al 27 de mayo y del 4 al 10 de junio) CONSUMER EROSKI grabó más de 6.300 anuncios de alimentación emitidos en las franjas horarias con mayor presencia de público infantil (de 8.00 a 11.00 horas, de 13.00 a 15.00 horas y de 18.00 a 21.00 horas) por 12 cadenas de TV, seis de ámbito nacional (Antena3, TVE1, Telecinco, TVE2, Cuatro y La Sexta) y otras tantas autonómicas (Telemadrid, Canal9, TV3, TVG, Canal Sur y ETB1). Posteriormente, y en un trabajo que finalizó a mediados de setiembre, técnicos de esta revista de consumo (entre otros equipos, uno de nutricionistas y dietistas y otro de periodistas familiarizados en temas de publicidad), analizaron uno a uno los más de seis mil anuncios, hicieron las correspondientes tabulaciones y elaboraron sus conclusiones, publicadas ahora en www.consumer.es.

Para prevenir la obesidad infantil hay que apagar la tele

La más relevante es que el mensaje predominante que llega al telespectador infantil y juvenil que recibe estos anuncios va justo en la dirección opuesta a una educación alimentaria basada en la dieta equilibrada, lo que puede reducir la eficacia de las campañas institucionales y educativas en contra de la obesidad infantil y a favor de un estilo de vida saludable. Los anuncios de alimentación que más abundan en las horas en que mayor número de niños y jóvenes hay delante de la tele “venden” los productos menos recomendables para su dieta diaria. El 44% de los productos de alimentación anunciados a la hora en que los niños ven más la tele son chocolates y derivados (9,5% de los anuncios estudiados), caramelos y golosinas (8%), productos de bollería y pastelería (8%), embutidos (7%), aperitivos (4,5%), salsas y mahonesas (3%) y helados (3%). La mayoría de estos productos o son del todo prescindibles en la dieta o su consumo es excesivo por la población, además de que no ofrecen ventaja nutricional alguna para niños y jóvenes (por su abundante contenido en azúcares y grasas). Además, la mayoría de estos alimentos apenas aportan proteínas, vitaminas, minerales y fibra, mientras que contienen mucha cantidad de sal y sodio. Y todos ellos figuran en el tercer y último nivel de la pirámide nutricional que promociona la Estrategia NAOS, ya que “su consumo debe ser moderado y ocasional”.

Más hallazgos de la investigación sobre obesidad infantil y avisos de TV

Tampoco mejoran las cosas si se analiza el 46% restante de la publicidad en horario infantil, ya que está dedicado casi en su totalidad a alimentos que, pese a contar con una apariencia nutritiva saludable, representan un aporte de azúcares excesivo si se consumen a diario. Son yogures y postres lácteos azucarados (16% de los anuncios estudiados), lácteos (12%), cereales de desayuno (7,5%), galletas (5,5%), y quesos (4%). Una ración de cualquiera de ellos representa alrededor del 10% de la energía diaria para un niño que ingiere 1800 calorías, no es demasiado. Pero el problema estriba en si es saludable que los niños consuman estos alimentos azucarados a diario. Su valor nutritivo, derivado de su contenido en proteínas y calcio, puede ser cuestionado por su exceso de azúcar. Por ello, postres y lácteos azucarados, de sabor y textura tan apreciados por los niños, deberían consumirse de modo más ocasional que frecuente, por mucho que la publicidad de TV los presente como paradigma de salud, desarrollo físico y bienestar personal.

Lo más llamativo de todo el estudio es que únicamente 123 inserciones publicitarias de las 6.300 analizadas, es decir, el 2% de los anuncios emitidos en horario infantil, correspondieron a alimentos aconsejables y que conviene incorporar a la dieta diaria y aumentar su ingesta por la mayor parte de la población, como frutas y verduras, pescados, aceites, arroces y pastas. Así, los alimentos a los que los más pequeños deben acostumbrarse a consumir con frecuencia, sólo aparecen muy de vez en cuando en los anuncios.

Las tendencias poco saludables que quedan registradas en el conjunto de los anuncios de alimentación estudiados se agudizan si se toman como referencia los 15 productos más anunciados: diez de los quince spots más emitidos, es decir, dos de cada tres, corresponden a productos azucarados; y ninguno a frutas, verduras o alimentos frescos.

Por franjas horarias, es de 8 a 11 horas cuando la proporción de anuncios de alimentación es mayor, ya que el 19% de los spots son de comida. Al mediodía y por la tarde, desciende hasta el 14%.