Cuando todo parece oscuro




CUANDO TODO PARECE OSCURO



Que hacer cuando te sientes atribulado, y al mismo tiempo estás siendo tentado?

Cuando estamos pasando por estos casos tan dificiles, es cuando mas nos sentimos solos, el espiritu de carne el que mas acecha contra la pureza del alma, el mas patente, el que mas insiste para hacernos caer, el mas dificil de arrancar, ROM,7,20-24.


El espiritu de la carne la tentacion al alcance de nuestra mano, como una sombra detras de uno esperando el momento de hacernos tropezar se nos viene encima y como si fuera poco viene un problema, o muchos problemas.

Entonces es cuando creemos que tocamos fondo, llegamos a un punto en que la desesperacion nos alcanza, nos llenamos de angustia, y no sabemos que hacer, y el diablo corrompido nos pone una tentacion, es como parte de su psicologia: te pongo una tentacion para que te olvides de tus problemas, para que te desestreses, y reniegues de la cruz. ¡Qué fácil lo pinta él, y qué fácil caemos nosotros.


Cuando nos sentimos oprimidos y buscamos una salida a nuestras dificultades?

Es cuando lloramos, y caemos en la depresion, nos creemos condenados; creemos que no valemos nada y botamos la toalla, nos rendimos.

En esta situacion somos tan debiles, y no somos capaces de decirle "no "a la tentacion; no tenemos la fuerza para resistir. Entonces nos damos golpe de pecho y buscamos un culpable;"DIOS" y le reclamamos a El, el porque de todo esto, le hacemos reproches, nos sentimos ahogados, y ahi si, ni siquiera encontramos un apoyo. Sentimos que el aire se nos va, y que no podemos mas. Creemos que todo esta perdido, creemos que ya nada se puede hacer.

Olvidamos o ignoramos QUE DONDE ABUNDA EL PECADO, ABUNDA LA GRACIA, y que Dios ama al pecador, mas no el pecado, y que esa tentacion acompañada de la tribulacion, es la cruz que Cristo permite cargar, para purificarnos, para santificarnos, para que crezcamos en el amor. En eso consiste la Ley de Dios, sin esas dos no podemos llegar al cielo.

SIN CRUZ NO HAY REDENCION, NO HAY SALVACION, Y SIN TENTACION NO HAY PURIFICACION,

La una pende de la otra. Por eso cuando estamos pasando por esos momentos de crisis, no debemos pedirle a Dios que nos aleje de estas tentaciones, sino que nos dé fortaleza para resistir la tentacion.

No debemos pedirle que nos quite el sufrimiento, sino nos déel amor suficiente para resistirlo.

Ante el dolor, hagamos como decia una gran santa:"OH¡ Jesus, a medida que aumentan mis sufrimientos, aumenta mi paciencia!"

Es cierto somos carne y somo debiles. Y es cierto que siempre estaremos expuestos al pecado. En eso consiste la Gracia, en no huir, sino en resistir; cuando invocamos a Dios, la cruz es mas llevadera, Mateo 11,28-30.

Esto de seguir a Cristo es muy dificil. El camino es angosto y encontramos obstáculos; aparecen enemigos de un momento a otro, nos calumnian sin motivo, nos desprecian, nos hechan del trabajo. El novio, el esposo se nos va, en fin, se viene todo a unmismo tiempo, y recurrimos a todo, al alcohol, consultamos brujos, porque pensamos que nos estan haciendo brujeria,, buscamos consuelos humanos y lloramos todo el tiempo, buscamos todos los metodos para salir de estos problemas, pero no recurrimos al que todo lo puede: DIOS.


Y porque Dios permite todo esto?

¿Porque te ha escogido a ti?

Para que hagas ACTOS DE REPARACION, ACTOS DE AMOR. A raíz de que Cristo nos salvó a través de su pasión, «su sufrimiento salvífico se ha abierto de una vez para siempre a todo sufrimiento humano» (Ibid). Entonces, todo hombre que sufre, si une su sufrimiento al de Cristo, se une a Cristo en su pasión, como el buen ladrón.

Este sufrimiento, además, provoca en otros hombres el «detenerse» como el Buen Samaritano, tener compasión, dar ayuda, hacer obras de amor al prójimo, en el que el mismo Cristo está presente. «Cristo al mismo tiempo ha enseñado al hombre a hacer bien con el sufrimiento y a hacer bien a quien sufre» (Ibid).

Si alguien fuera capaz de aprender a amar sin haber sentido nunca dolor, posiblemente se salvaría:

«En el ocaso de la vida, seremos juzgados por el amor» —decía San Juan de la Cruz—. Pero algo así no se sabe que haya sucedido nunca. Aún suponiendo que alguno nunca padeciera enfermedades ni accidentes ni fracasos ni agresiones ni traiciones... tendría que experimentar algún sufrimiento ante el dolor ajeno, para que ese sufrimiento lo moviera al amor. Una persona que nunca ha sufrido es difícil pensar que alguna vez haya amado.


Por algo dijo Jesús: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame», y la medida perfecta del amor la encontramos en su máxima exponente de nuestro tiempo, la santa madre Teresa, que tenía como principio «amar hasta que duela».


MANDY