De dónde y porqué-1


“Que la paz de Nuestro Señor Jesucristo este con todos ustedes”

De donde y por que surgieron los protestantes y otros
¿Y el pecado? ¿No existía el pecado años atrás?

Por supuesto que sí. Hace muchos años, como ahora, hubo grandes pecadores… traicioneros, mentirosos, ladrones, egoístas, infieles, adúlteros y asesinos. El demonio no ha dejado de actuar en ningún momento de la historia del hombre.

La única diferencia es que hace años el orden temporal estaba regido por los criterios cristianos. Lo normal, lo natural, lo que estaba de moda, era ser un buen cristiano. Los otros… los pecadores, eran los raros y no presumían de sus pecados, sino que los ocultaban y la sociedad entera se avergonzaba de ellos. Ideas medievales… que tal vez deberíamos resucitar.

EL RENACIMIENTO. 
Rechazo, burla y menosprecio.

Más que un avance en el desarrollo del hombre como ser humano, podemos ver en el Renacimiento un retroceso… una vuelta al paganismo de la Antigüedad.

En fin… veamos qué sucedió en este tiempo de príncipes y doncellas, de lujosos aposentos, vestidos y carruajes, forrados de marfil y piedras preciosas. Igual que hoy, ¿no?
Desde ese entonces apareció la palabra burgueses

La característica principal de esta clase burguesa, como todos los nuevos ricos, es el menosprecio por las otras personas y hoy no es la excepción.

Para los burgueses ya no es importante estar bien con Dios, lo único importante es quedar bien con los hombres, verse bien, lucir bien ante los demás.

¿Igual que hoy?

El hombre “vive, para poder tener cosas y lucirlas ante los hombres”. Por eso nos endeudamos, hoy en día y después no hayamos que hacer, mas que quejarnos y decir: “es que el sueldo no me alcanza”.

En el renacimiento el hombre deja de ver su puesto como un servicio a Dios y lo empieza a ver como un servicio al desarrollo social del hombre (viendo al hombre como su propia persona, en primer lugar). Es decir ya vamos haciendo a Dios a un lado.

Luego se nos viene La reforma Protestante. Cristo sí. Iglesia no.

Lutero y todos su secuaces, vieron los errores en los que había caído una parte de la jerarquía eclesiástica durante el Renacimiento, pero, en lugar de tratar de resolverlos y sanarlos, como lo hicieran San Francisco de Asís y Sta. Catalina de Siena en su momento, lo único que hicieron fue criticar, protestar, rebelarse y ocasionar un cisma, un resquebrajamiento, una separación dolorosa dentro de la Iglesia de Cristo.

Al decir “Creo en Jesucristo, pero no creo en la Iglesia”, hacen una separación ridícula… quieren creer en un Cristo sin Iglesia, sin tomar en cuenta que la Iglesia es el Cuerpo místico de Cristo. Iglesia y Cristo son inseparables y ellos…, según ellos, los separaron.

Al separarse de la Iglesia, se separaron también de los sacramentos, que son los medios por los que nos llega la Gracia Santificante, la presencia de Dios en el alma. De esta manera, al querer tener a un Cristo sin Iglesia, se quedaron con una iglesia sin Cristo; sí, con la doctrina de Cristo, pero sin su presencia real.

Por otra parte, sin un Magisterio que guardara la doctrina, abrieron la moda del “Libre examen” en el que el criterio personal es la norma suprema. La opinión personal está por encima de la Verdad.

De aquí que hayan surgido, a lo largo de la historia, tantas ramas del protestantismo. Sin una cabeza para guiarlos y dado que cada cabeza es un mundo, cada cabeza creó su propia iglesia, de acuerdo con su libre interpretación, generalmente guiada por intereses personales, como fue el caso, más adelante, de Enrique VIII y la iglesia anglicana.

Espero que conozcan la razón por la cual Enrique VIII se vio en la necesidad de fundar su propia Iglesia, no muy lejos de la misma razón por la que tantos “pastores”, actualmente, “fundan” sus “propias” Iglesias. Auque actualmente prevalece mas lo económico y si aun el adulterio en que algunos desean seguir viviendo.

Luego viene LA REVOLUCIÓN FRANCESA.
Cristo no, dios sí.

Es el paso lógico después del “Cristo sin Iglesia” de Lutero. En las ideas de la Ilustración y la Revolución francesa nace un “evangelio sin Cristo” un “No creo en Cristo, pero sí creo en un dios”.

Y aquí vienen casi todos los “ismos”

El Naturalismo… Nos dice que el hombre es bueno por naturaleza (niega así el pecado original y sus consecuencias), que la naturaleza es suficiente para la felicidad.

El Racionalismo… afirma que la razón por sí misma puede explicar todo y no necesita de Dios.

El Liberalismo… El hombre debe liberarse de todo lo que pueda limitarlo, incluidas las creencias y los valores. Hablan de libertad de pensamiento, de expresión, de prensa, de opinión y de religión, aceptando así que no hay una única verdad.

El Idealismo… Aquí el hombre se sustituye por Dios. Afirma que las ideas son más importantes que el ser, las opiniones plurales están por encima de la verdad, las cosas son como cada quién las ve desde su propio punto de vista. Todo es relativo… cada quien con sus ideas.

¿Se imaginan qué desastre? Reinando la naturaleza sin la gracia, la razón sin la fe, la libertad sin la autoridad y las ideas sin la Verdad. Un caos verdadero.
Parecido a lo que vivimos hoy en día no?

Un abrazo fraterno a todos
Mauricio



"Cuando sientas que ya no sirves para nada, todavía puedes ser Santo". (San Agustin)