Dar Gracias a Dios, Ayuno y Limosna.

"Que la paz de Nuestro Señor Jesucristo este con todos ustedes"

Dar Gracias a Dios, Ayuno, Limosna.

¿En alguna oportunidad hemos hecho ayuno?

¿Qué significa ayunar?

Disciplina espiritual por la que voluntariamente se renuncia a ciertos alimentos por un tiempo definido con el fin de liberarse de los apegos carnales(no necesariamente sexuales) y poner todo el corazón en Dios.
No olvidemos que en lo que se refiere a los apegos de la carne se refiere a: avaricia, codicia, envidias, egoísmos, malos deseos, malos tratos, falsos testimonios, mentiras, chismes, etc.

¿Qué significa Limosna?

No somos dueños sino administradores de los bienes que Dios ha puesto en nuestras manos. Dios desea que esos bienes ayuden también a otros.

Si alguno que posee bienes de la tierra, ve a su hermano padecer necesidad y le cierra su corazón, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios? -I Juan 3,17

La limosna cristiana-católica tiene ciertas cualidades.
1.-Ser justa, es decir, hecha de los bienes que uno legítimamente puede disponer. Nunca tendrá valor la limosna hecha con bienes de otros. Nuevo Código de Derecho Canónico: «Todos tienen el deber de promover la justicia social, así como ayudar a los pobres con sus propios bienes».

2.-Ser por amor y no interesada, es decir, al hacer la limosna no buscar satisfacción humana, sino por amor a Dios y al prójimo.

3.-Ser prudente, es decir, que se debe distribuir entre verdaderos necesitados, y se debe dar a aquellos pobres a los que realmente no les va a hacer más daño que bien.

4. Mejor es enseñar a pescar que dar pescado. Dar la posibilidad de que no tengan que pedirlo mañana: puestos de trabajo, escuelas, etc.

5.-Con respeto a la dignidad del pobre. Tratarlos como hermanos en Cristo que son.

6.-Con prontitud, es decir, se debe dar a tiempo.


7.-Con alegría, porque Dios quiere al que da alegremente. «la limosna beneficia más al que la da que al que la recibe».


8.-Ser secreta, no proclamada a los cuatro vientos, buscando la alabanza de los que la ven hacer.


Muy pocos ayunamos y pocos también damos limosna, limosna, tal cual se describe antes.

Y lejos de dar limosna lo que nos ataca mas fuertemente es la avaricia, la cual muchos la idolatramos y hacemos del dinero un “diosito” y no es que sea malo el dinero o tenerlo o ganarlo, nada de eso, al contrario, es bueno ganarlo y tenerlo, pero no anteponerlo a Dios, al fin y al cabo, El es quien nos otorga el conocimiento y los medios para lograrlo.

Y si es Dios mismo quien da gratuitamente todo, ¿damos gracias por ello a Dios mismo?

Normalmente cuando recibimos un regalo, damos las gracias y cuando soy yo quien lo da, el regalo, espero que por lo menos me den las gracias.
Y si no nos dan las gracias, es muy normal o humano, pensar o decir, en la mayoría de los casos: este es un desagradecido. Y muy normal y humano, decir: a este no le vuelvo a dar nada.
Pero con Dios tenemos esa gran ventaja: no piensa como pienso yo, no como pensamos nosotros.

Mas sin embargo es muy y casi probable que Dios espera de nosotros que le demos gracias por los alimentos, el trabajo, la vida, la familia, el techo, etc que hemos recibido de Él, y le alabemos cuando nos hayamos satisfecho con sus dones.
¿Lo hacemos?

Si cuando recibimos beneficios de Dios nos callamos y los echamos en olvido, por ingratos e injustos de tanta generosidad, nos privamos de la oportunidad de recurrir cuando tenemos problemas ante Dios y cuyos beneficios no reconocimos; y como no fuimos capaces de dar gracias cuando nos sentimos bien, quedamos incapacitados para acudir a Dios cuando no estamos bien. Y así, por ser haraganes para alabar en tiempos de abundancia habremos de llorar las adversidades en tiempos difíciles.

Todo lo anterior, por supuesto, si creemos que Dios es Nuestro Señor y Nuestro Padre.
Por tanto, todos nosotros, como siervos de Dios, agradezcamos a Nuestro Señor el obsequio de nuestro respeto; y como hijos, manifestémosle el afecto de nuestro cariño. Pero cuando no somos
agradecidos, ni amamos ni veneramos a Dios, entonces no somos mas que hijos porfiados y soberbios.

El verdadero cristiano católico debe dar gracias a su Padre y Señor y procurar su gloria en todo momento, como dice el Santo Apóstol: ya comáis, ya bebáis, ya hagáis cualquier cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios (1 Cor 10, 31).

Quedamos más saciados con la palabra de Dios que con la grasa de los animales o las bebidas.
Hagamos todo esto para la gloria de Dios. Luego todos nuestros actos deben tener a Jesucristo como testigo y compañero. De este modo, haciendo el bien de la mano del que es su Autor, evitaremos el mal en virtud de su presencia, ya que nos avergonzaríamos de obrar el mal sabiendo que estamos asociados a Jesucristo, Dios mismo hecho Hombre: El nos ayuda en el bien y nos guarda del mal.

Luego cada mañana al levantarnos con la primera luz del día, lo primero que debemos de hacer es dar gracias a Dios, y antes de hacer ninguna otra cosa debemos manifestarle nuestro agradecimiento, porque nos ha guardado mientras dormíamos y descansábamos.

Y al finalizar el día, debemos alabarle y cantar su gloria, a fin de que merezcamos el descanso como vencedores de nuestras obligaciones de cada día y podamos descansar y tomar fuerzas para el siguiente.

Señor: mirad las aves del cielo, que no hilan ni siembran, y vuestro Padre que está en los cielos cuida de ellas (Mt 6, 26).

¿Que es el hombre para que te acuerdes de el? ¿El ser humano para darle poder? Lo hiciste poco inferior a los ángeles(salmo 8)

¡Con cuanta mas razón no va a cuidar de nosotros, que somos sus hijos predilectos!

Mauricio


"Cuando sientas que ya no sirves para nada, todavía puedes ser Santo". (San Agustin)